20191014 Futbolistas contra la Justicia.
Faltos de portavoces más populares, ya en la cárcel o todavía fuera de ella (como Pujol o Puigdemont), los separatistas oponen a la sentencia moderada del Tribunal Supremo la opinión de personajes tan técnicos en derechos humanos y tan “desinteresados” como son algunos jugadores de Barça.
Recordemos que este equipo de fútbol ha ganado muchos años gracias a la propaganda que hacía de las dictaduras árabes. Incluso algunos de sus jugadores, que hoy se atreven a insultar a la Justicia de España, han ganado millones callando o hasta alabando esas feroces e incluso terroristas tiranías, lo que demuestra cual es la auténtica catadura moral de quienes se han vendido, literalmente, al peor postor, cómplices de la página más necia y negra de nuestra Cataluña.
20191015 La bicicleta, con moderación.
La bicicleta, ese instrumento que el hombre ha inventado para montarse a sí mismo, como se ha dicho y se puede aplicar hoy también a los patines y otros artefactos, es un instrumento agradable y útil, siempre que -como tantas otras cosas- se haga en la debida forma y moderación.
En cuanto a la debida forma, muchos serios estudios, hoy al alcance de todos en Internet, han mostrado que su uso prolongado daña la función sexual del varón e incluso de la mujer,
Dependiendo de la forma e inclinación del “morro” del sillín y de lo que se baje el manillar.
Por lo demás, el excesivo uso de la bicicleta, por placer o dinero, daña hasta extremos muy graves y acorta la vida de sus practicantes, como ocurre con otros deportes, siendo este uno de los más duros y, en sus excesos, dañino.
20190415. Fútbol, la nueva religión.
Imaginemos por un momento que un Papa afirmara que el tercer secreto de Fátima era que tendrían asegurada su salvación -más que los demás católicos, para no hablar de los protestantes o musulmanes-, y más que por comulgar nueve primeros viernes de mes, si se asistía nueve veces a unas nuevas catedrales al aire libre -día o noche, lloviera o abrasara el sol- pagando una cantidad no desdeñable y se hiciera bastante caso a unos predicadores profesionales que ganaban cien o mil veces más que sus oyentes.
¿No diríamos que eso sería un abuso de la religión y que sus seguidores eran ciegos fanáticos? Pues ¿qué decir del rito que siguen centenares de millones de personas de atender con toda devoción al rito que cumplen 22 hombres dando buenas patadas a un balón o al jugador contrario, y después siguen pensando y conversando preferentemente sobre ello, en vez de sus propios intereses y los de los suyos?