- Reñido hasta por mi reloj. 19b
Como todos, procuro evitar que me riñan, máxime por quienes considero mis inferiores. No debe creer serlo mi nuevo móvil, que me acaba de reprochar que daño mi salud porque no duermo a horas fijas. Yo comprendo que sus fabricantes teman que se mueran así sus compradores. Tranquilícense, porque en realidad es que sigo utilizando mi móvil anterior para dormir horas fijas nocturnas, dejando al nuevo y protestón aparato para hacer pequeñas y convenientes siestas. ¿Vale?
- Votar por Dios o el Diablo. 19b
Acabo de recuperar, al intentar ordenar mil papeles, el dibujo de un ciudadano que se excusa al meter su voto en la urna: “Siempre voto a los peores para evitar los desengaños”. Roto, el papel no indica a qué día ni elección se refiere. El reencontrar así ahora esa reflexión del votante ¿es para mí una inspiración de Dios o del Diablo? Ni los mejores teólogos, entre los que -hoy, ateo- modestamente me encuentro, sabrían a veces distinguirlo.