Cartas a la prensa – Política – VOX – s – 2023

  1. Vox, la esperanza de Sánchez.

Como ya afirmó rotundamente Casado en uno de sus más sonados discursos, Ayuso acaba de insistir una y otra vez en lo evidente: Vox, en efecto, “ha tenido el don de beneficiar a Sánchez cada vez que lo ha necesitado /…/ son ustedes el verdadero colchón y la gran ayuda que necesita el Gobierno de Sánchez”. Máxime, sí, en estos momentos, en que su alternativa, un Rajoy huidizo en cuanto puede para el diálogo, recién llegado desde su rincón gallego, con su atroz ignorancia cultural y política y sus amigos peor que sospechosos, acaba de mostrar al con hechos, tras las pasadas elecciones, su extremismo derechista en sus alianzas con Vox. Nos encontramos, pues, en un mes, con la triste alternativa de tener que escoger entre lo, en tantos aspectos, malo, y el PPeor con Vox.

 

  1. Casado tenía razón.

No fue el santo de mi devoción, pero, en una de sus más fuertes intervenciones en el Congreso, Casado denunció vigorosamente lo que acabamos de comprobar: que mientras Vox tuviera fuerza, el PSOE tenía asegurado el Gobierno de España. El claro acercamiento del PP a Vox por parte de Feijoo tras las elecciones autonómicas, de Valencia a Extremadura, lo ha confirmado dos meses después en las estatales.

 

  1. Principio y fin de Vox.

Vox nació el día en que Abascal estuvo insatisfecho con el salario que le daba el PP por no hacer casi nada. Pero este hombre sabe latín o, al menos, decir “Vox”. Y ama como pocos a España, queriendo quedarse con toda ella; empezó consiguiendo con su voz acumular un poco tiempo un buen pellizco de millones en un tinglado a su libre disposición.  Demasiado rápido, lo han pescado. La avaricia rompe el saco.

 

20231212ª. Histórica metedura de pata, o peor.

Tras perder su empleíllo en un ajuste de plantilla del PP, Abascal reapareció de pronto como jefe de un partido de extrema derecha que captó hasta el 20% de los votos. Pero el PP reaccionó y, sobre todo, las peleas internas del nuevo partido destaparon los millones ocultados por Abascal, así como su dependencia política real de otros miembros del partido y, la de todos ellos, de una poderosísima secta católica (de ahí el latín de “Vox”), nacida y gobernada desde Méjico, dependencia extranjera insoportable para sus votantes patriotas.

Intentando recuperar su prestigio, Abascal ha viajado a la proclamación de su colega argentino, el Loco Misley; y ahí, utilizando el argumento que había lanzado contra él en las redes sociales un particular -y que está aún en los juzgados- ha declarado su esperanza de que, a Sánchez, “habrá un momento en que el pueblo lo querrá colgar por los pies”.

Esa incitación al asesinato y al guerracivilismo recuerdan los peores momentos de nuestra historia, por lo que todos los que no seamos amigos de políticos locos, o peor, debemos denunciarlo, para que la Justicia, con la urgencia que requiere el caso, decida si, contra toda apariencia, se trata sólo de una histórica metedura de pata” de un político fracasado, o de algo aun francamente peor.

 

  1. Ahorcar al presidente.

Incitación muy publica al asesinato político como obra meritoria y patriótica, uno de cuyos principales beneficiarios sería el que lo propone ¿No requiere la intervención inmediata de la judicatura?