Cartas a la prensa – Política – PSOE o – 2023

  1. Todos contra Sánchez y Mohamed VI.

Vergüenza mundial, Sanchez ha obligado a los parlamentarios del PSOE a votar (sólo ellos… y Le Pen) contra la condena unánime de la U.E. a Marruecos por sus constantes y gravísimos crímenes mortales en Melilla y en el Sahara.

Hasta ahora, algunos ingenuos todavía creíamos que Sánchez tenía un plan oculto que podía explicar su aparente entreguismo. Este escándalo en pleno día prueba que ha perdido toda capacidad de enfrentarse a Mohamed VI, ya sea porque éste le chantajea por hechos ocultos, o por un soborno tan grande como la finca que recibió F. González por su traición a los saharauis.

No sólo la derecha, que ya protestó mucho también por este tema el pasado domingo, sino la izquierda, por patriotismo (no nacionalismo) y evitar que Sánchez pueda dañarnos aún más con su entreguismo a Mohamed VI en su ya cercana reunión, así como para dar tiempo al PSOE para buscar reemplazo creíble a ese corrupto.

 

  1. El escrache a Sánchez sobre Marruecos

“¿Cuánto te paga Rabat?” le han gritado a Sánchez, en un mitin preelectoral, varios miembros del Frente Obrero. Pagado, corrupto, como Felipe González, cuyo “clan sevillano” muchos ayudamos un día a vencer, o chantajeado tras intervenir ese país su móvil, como creen otros, el hecho es que su radical giro sobre los saharauis y su aprobación del asesinato masivo de docenas de inmigrantes en la frontera con Marruecos son los dos puntos que definen su traición, su carnet de vendepatria y su inhumanidad al aprobar esos asesinatos masivos, que ridículamente intentó disculpar después diciendo que no había visto las fotos del hecho, como si hubiera matanzas bonitas y feas.

Estos hechos descalifican también plenamente a quienes los toleran y mantienen a ese devaluado e impresentable al frente de su partido, con el repudio de toda la gente decente. Merecerán así de sobra el castigo de que gane un partido contrario al que no han sabido depurar de un jefe cómplice de esos crímenes contra la humanidad.

 

  1. Las posibilidades de Sánchez.

Las irónicas alabanzas a Sánchez de sus adversarios políticos por su “valentía” y “espíritu democrático”, las fuertes críticas que ha sufrido de los comentaristas extranjeros y enorme enfado de sus partidarios por haber convertido unas elecciones locales y autonómicas en un vano autobombo, amén de sus recientes fallos y esa descabellada pirueta, le auguran una tan lógica como fuerte derrota el próximo mes.

El milagro laico, y no sería el primero en quien ya perdió hasta en su partido, pero se repuso, sería, por ejemplo (y no hay muchos más a mano) que  se comprometiera a dimitir si a mitad de mandato no hubiera cumplido sus fallidas promesas del anterior y, sobre todo, si no hubiera acabado con la antidemocrática ley D’Hondt, que en nuestras peculiares condiciones, ha permitido que el PSOE y el PP gobernaran agravando durante medio siglo unos separatismos que despedazan, económica, política y convivencialmente a España.

 

  1. Los empresarios hacen campaña por Sánchez.

Así lo relata un medio que tiene “La Razón”: “El Círculo de Empresarios ha abogado por recuperar la contratación temporal, abaratar la indemnización por despido para los contratos fijos, bajar las cotizaciones sociales a las empresas, elevar la edad de jubilación hasta los 72 años y suprimir los impuestos a la riqueza”.

(Las negritas son también de La Razón)

 

20230813b. Cantidad y calidad de los argumentos.

La situación política tras las últimas elecciones es -en eso sí hay acuerdo- muy, muy complicada. Todo demócrata debe sopesar el valor de los argumentos de cada una de las partes, hasta donde pueda llegar con sus conocimientos. Como profesor de políticas me permito intentar facilitarlo con un par de criterios.

No confundir la cantidad con la calidad de los argumentos. Claro que puede haber más de uno bueno, pero poner muchos al mismo nivel devalúa al conjunto. Por otra parte, el contrario, incluir una falso, “por su cuela”, es catastrófico. Como el afirmar que pedir recontar los 32.302 votos nulos por correo en Madrid, “es querer judicializar las elecciones”. Al contrario, es seguir dando el valor al voto, pero comprobando no ha habido, entre esas docenas de votos considerados nulos, un millar, es decir, un 3% que no son realmente nulos, cantidad insignificante en casi cualquier otra situación, pero que en esta podría ser decisiva para respetar de verdad la opinión, el voto real de los ciudadanos o quedar más tranquilos, en caso contrario, de que sí se ha respetado y quedar todos los ciudadanos de buena fe más tranquilos.

 

  1. Jubilar a F. González.

La noticia ha saltado en una rueda de prensa y sobre la queja del expresidente de que cada vez le costaba más votar al PSOE. El portavoz del PSOE respondió que eso se debe a que Felipe González es de otra generación. Claro que aún le quedan fuerzas para recibir largamente, en una de sus fincas, nada menos que a Feijoo, a quien esta su frase en estas fechas habrá sabido a gloria. Pero es que González nunca podrá olvidar que Sánchez consiguió vencer a su clan sevillano; cada vez se parece más a un Leguina, que ha vivido décadas criticando al PSOE hasta que éste ha tenido que echarlo.

 

  1. González compite con Sánchez.

Calmados un poco los ánimos tras la reelección de Sánchez, conviene no olvidar el porqué de la feroz oposición que le ha hecho González. Este expresidente echó a su colega, Guerra, pero no por corrupto, sino porque robaba sin el debido disimulo y sólo calderilla. González, en cambio, fue más hábil, forrándose no sólo en España, como prueba la multimillonaria finca que le regaló el rey de Marruecos y su no menor ganancia, haciendo las Américas con la construcción del Metro de Medellín, para lo que incluso adquirió la nacionalidad colombiana; incansable acumulador, -¡quiere tanto a nuestra tierra y a las ajenas, en tres continentes!- hace tiempo que compinchaba nada menos que con otro experto hasta en contrabando de drogas, Feijoo.

¿Quién da más hoy? Ojo a todos. No vaya a suceder que la oposición de ese González, amiguete de Feijoo, sea -incluso en su lucha contra Sánchez-, un calco de su pelea con Guerra. Porque ya son patentes, entre otros, los demasiados intereses africanos de González, como, curiosamente, los tuvo también Franco. ¿Será que la historia se repite demasiado y avanzamos poco, o que otros cierran los ojos para no ver que las cosas siguen bastante negras?