- Cornudos y apaleados por Almeida.
Los vecinos de la calle Alcalá a la altura del metro Quintana llevamos meses de fuerte contaminación, sin poder circular apenas y el comercio muy perjudicado por culpa de unas gigantescas obras públicas en todo el barrio. Cuando preguntamos exasperados el por qué, máxime cuando ya se hicieron en gran parte hace sólo cuatro años, los obreros sonríen y se frotan el dedo pulgar con el índice.
Ahora corre el rumor de que muy pronto vendrá el alcalde Almeida y inspeccionar las obras, sin duda por su gran interés personal en ellas. No creo que le caiga entonces del cielo un dinero limpio, pero no descarto que lo haga quizá algún cubo de agua o, al menos su contenido, para que actúe con mayor limpieza. Ya el mismo político dijo: “Seremos fascistas, pero sabemos gobernar”; y, como vemos, con gran provecho propio.
20230113b. Ignorancia y maldad presidenciales.
El desinterés por instruirse es propio de quien ya sabe lo que quiere: medrar a costa de los demás en complicidad con los de su misma ideología rapaz: vivir como sea a costa de los demás. Concentrados en esa meta, es admirable la carencia de formación social y las mentiras en sus currículos oficiales el desastroso triunvirato de Aguirre, Cifuentes y, sobre todo, Ayuso, como puede verse en Google.
Entre mil otros despropósitos, Ayuso acaba de negar de nuevo la crisis climática y la influencia en ella del haberse triplicado en 75 años la población mundial, pasando ya de 8.000 mil millones. Ceguera que utiliza para luchar contra todo aborto, que influye poco en ese diluvio humano, y cerrar los centros de planificación familiar, que contribuyen algo más, ellos sí, a paliar la explosión poblacional. Y después de imponer otras medidas para persuadir a la mujer de que no aborte, tiene el descaro de añadir que nadie debe presionar a la embarazada y de presentar como nuevo un teléfono antiabortista que funciona desde hace tres años.
- Ayuso, la tramposa.
A veces resulta difícil juzgar a los políticos, por tratarse de temas ya antiguos, ocultos, complejos o discutibles. Los escándalos de Ayuso son muy recientes, muchos, enormes e incluso cifrables, como los 50 millones para un innecesario hospital que se convirtieron en pocos meses en más de 150 millones; y eso que el Zendal no tenía ni quirófanos, ni médicos. “Sólo” por eso tendría que haber sido despedida y juzgada.
No contenta con esa gigantesca trampa, hace un mes, en vísperas de Navidad, y “por vía de urgencia”, para evitar que hubiera tiempo para hacer alegaciones, le dio a ese hospital más de medio millón más, empleando el mismo juego sucio que usó también hace un año para modificar treinta (30) leyes a favor de sus patrocinadores o/y cómplices.
Ahora mismo, cerca de las elecciones en vísperas de elecciones, ha conseguido un récord de corrupción: que un rector, a punto también de vencer su cargo, pretenda nombrarla, por primera vez a un político, y con pobres calificaciones y rica en ignorancias, “alumna ilustre” de la Complutense, como si fuera nuestra Universidad la que le ha enseñado todo eso y mucho más, como el lucrarse con su familia perjudicando la salud de todos, como ahora estamos padeciendo con la Sanidad Pública. ¿Cabe una política más tramposa en cantidad y, en calidad, más dañina y repugnante?
- Ojo también a otras Ayuso.
Los distinguidos como “alumnos ilustres” de la Complutense han tenido cuidado al recibir ese título de distanciarse de la también premiada Ayuso. Excepto una “ilustre” de su mismo tipo, que la ha defendido, porque, dijo, “hay que respetar las opiniones de los demás”. ¿La opinión de Putin o de los corruptos también? ¿Tan poco ha aprendido esa alumna en la Universidad?
Los hechos son públicos, recientes y gigantescos. Porque no es matar a uno, sino a muchos, el ir cerrando la Atención Primaria sanitaria para dar nuestro dinero a la carísima medicina privada; o especializarse a fondo en quitar el dinero de todos a la educación pública para dar becas para la enseñanza privada a quienes cobran más de cien mil euros al año, lo que, hasta para su mismo jefe, Rajoy es “discutible”. Ojo a esa peligrosa defensora de Ayuso, como al Rector que la premió cuando ambos están este año en peligro de perder su mandato.
- Lo de Ayuso es genial.
No sabemos apreciar bien lo que tenemos en España. Mientras que en el norte de Europa un dirigente está arruinando su país sólo para eliminar a los que no le gustan del vecino, Ayuso consigue con la Sanidad Pública ir acabando con los grupos que considera menospreciables sin tener que pegar ni un tiro y encima enriqueciendo una barbaridad a los suyos, sólo con mejorar las técnicas de la feroz Falange Española de la que procede.
- Ayuso, la presidenta racista de Madrid.
No es que la alcaldesa Colau sea la santa de mi devoción, pero comparto su deshermanar Barcelona de Tel-Aviv. Son hechos indiscutibles que, de origen plenamente terrorista, el Estado de Israel ha sido siempre racista y asesino de sus habitantes, los palestinos; incluso hace poco se declaró oficialmente propiedad de la raza judía, consagrándose como Estado racista. Ha superado con mucho, como desde hace tiempo denunciamos quienes hemos visitado ambos, el apartheid legal, ya hace tiempo abandonado, de Sudáfrica.
El que ahora Ayuso haya ido a “ocupar” con Madrid la frustrada la frustrada hermandad de Barcelona es un atropello para todos los madrileños que respetamos los derechos humanos, reflejando hasta que extremos llega el racismo y la aporofobia de la actual presidenta, de origen político oficialmente fascista, falangista, que así mancha nuestra ciudad.
- 7.300 muertes indignas.
Al deliberar el tribunal ciudadano sobre las 7.300 personas muertas por prohibirse su traslado a hospitales durante el coronavirus, el periodista Willy Veleta le preguntó a Ayuso si había visto el reciente tribunal ciudadano sobre el tema, compuesto por especialistas como Martín Pallín, Victoria Zunzunegui, etc.
Ayuso estalló: “¿Van a estar toda la vida acosándome con las muertes de las personas en residencias de manera indigna o cómo lo van a hacer?”. No puede decir más claro que no le interesan miles de muertos si en algo puede afectar a su reputación al prohibir llevarlos a hospitales.
- Madrid destrozado.
Un amplísimo entorno de la calle Alcalá, a la altura de Quintana, llevamos ya casi medio año desesperados por unas amplísimas obras que contaminan, dificultan el tránsito de personas y vehículos y, sobre todo, son absolutamente inútiles excepto para quienes hacen negocios doblemente sucios con ellas, según reconocen los mismos trabajadores que las destruyen y reconstruyen. Para más INRI, ahora, siempre a costa nuestra, y como en otros lugares de esta costosísima epidemia, nos han puesto miles de carteles y anuncios en prensa, todo también a costa nuestra, por supuesto: “Estamos construyendo el Madrid que viene. Gracias por esperarlo”. No se sabe si admirar más la pésima expresión literaria o la burla que se hace a los afectados.
20230319b. Absuelta por ser imparcialmente injusta.
La delegada del Gobierno en Madrid acaba de ser absuelta de prevaricar por hacer bajar unos metros una manifestación de extrema derecha ante el Congreso. Lo que ocurre es que “unos metros” son los que separan el estar frente a la fachada del Congreso a verse arrinconado, calle abajo y sólo en sentido subida, junto a la acera con mesas de un gran bar, desde donde no les ve ni el portero del Parlamento.
Seamos justos. A pesar de todo, la delegada es imparcial, porque, según su capricho, también “rebaja” y condena a la invisibilidad a no pocas manifestaciones de izquierdas, e incluso a unos tan pacíficos ciudadanos como los 50 jóvenes ecologistas que se manifiestan los viernes desde años por un mundo menos físicamente corrupto.
El secreto de esta impune prevaricación de Mercedes González, aparte de ser la digna sucesora en gestos de J. M. Franco, cuyo apellido ayudó a remover en 2021, es que ella tiene más apoyos, como el ser nada menos que la secretaria general de la Agrupación Socialista de Madrid. ¡Ahhh…!
- Ayuso, doblemente embustera.
Un informe de la UE destacando la salud de los madrileños le ha servido para pedirles su voto a su actual presidenta. Lo malo es que ese informe se limitaba al periodo anterior a su ya larguísimo mandato y se refiere a nuestra salud, no a la Sanidad Pública; por supuesto que el que estemos aún vivos se debe a nuestra salud natural, pesar de lo que ella y sus cómplices, desde Lasquetty para abajo, han hecho por lucrarse a costa de la de todos. No seamos, con todo, demasiado severos: la pobrecita necesita sacar con esos trucos los votos que somos los desinformados o cómplices le seguirán todavía dando contra el interés general.
- Misteriosa pintada polivalente.
En el corto y estrecho trecho entre la Puerta del Sol y la Plaza Mayor apareció en la madrugada del domingo de Pascual una pintada, pronto borrada por los alguno de los así denunciados: “MUCHO RUIDO, MALAs OBRAS”. Unos pensaba que era una crítica religiosa al ruido de la tamborrada organizada por un obispado que no se distingue precisamente por sus obras de caridad; otros, que era un reproche político al Ayuntamiento que, contra lo prometido, tarda tanto tiempo y hace tan mal la “mejora” de la Puerta del Sol, y cuyo alcalde tras hacernos la pascua, se dedicó a dar besos en la tamborrada los ciudadanos para que se le perdonara y votara; tampoco faltaron quienes lo atribuyeron a los vecinos del dueño que modificó indebidamente el edificio en que apareció el escrito Lástima que tan distintas y creíbles interpretaciones tengan tan creíbles razones de incumplimientos en que apoyarse.
- Multimillonaria estafa municipal.
En Berlín, siendo de un país más rico, las multas de aparcamiento son de 20€; en Madrid, eran 90€. El PP prometió bajarlas para conseguir el Ayuntamiento, pero las ha subido ya a 200€. Incluso ha prohibido aparcar gratis en más barrios de lo necesario, suscitando falsas “peticiones ciudadanas” para hacerlo en las zonas en que no existen reales asociaciones vecinales. Claro que han dañado aún más la sanidad, vivienda, educación, etc. Pero, por su sencillez y rotundidad, para gente sin prejuicios, debería bastar como muestra este grueso botón.
- ¿Qué imbecilidad es peor?
Un político ha declarado imbecilidad el que un escultor chileno haya puesto cerca de la estatua del oso de la Puerta del Sol otra del demérito Juan Carlos apuntándole, recordando su “hazaña” al matar a un viejo ojo de circo emborrachado, que le puso a tiro Putin cuando firmó, por amor a lo que todos sabemos, un tratado comercial muy perjudicial para nosotros.
Da la casualidad que se trata del mismo político que ha puesto en Madrid la estatua de un legionario en Marruecos, como si fuera bueno para nosotros recordar precisamente ahora cuantos miles de marroquíes matábamos con saña allí no hace tanto.
Sí: se trata del alcalde Almeida, imbecilidad que paradójicamente parece querer justificar así la política entreguista de Sánchez para aplacar el rencor marroquí. Un “genialidad” más del portavoz del expulsado Casado, tan impolítico como coherente con la bárbara confesa ideología de esa lumbrera del PP: “Seremos fascistas, pero sabemos gobernar”.
20230424b. Joaquín Prat contra Irene Montero.
Moderando El programa de Ana Rosa, este presentador, reconociendo que la ley del “Sólo sí es sí” tenía cosas buenas, ha denunciado también que su parte punitiva fue “una cagada mayúscula” que Montero habría tenido que reconocer, aunque no dimitiera. Denunció también que, al rectificar el Parlamento la ley, Montero se quejara de que para ella ese era “un día triste”, sin pensar en los días que pasarían las mil mujeres cuyos agresores habían sido liberados por su desgraciada ley.
Una vez más, los hechos prueban hasta qué punto Montero es culpable del hundimiento de Pablo Iglesias y del partido que un día votamos para mejorar nuestro país más de cinco millones de españoles, pero que ella después, desde un ministerio conseguido por un descarado nepotismo, ha llegado enfrentarnos tanto a todos y todas, por esa ley y por el conjunto de su acción (in)política.
- Tirar el dinero o no.
Lo que acaba de hacer el músico Yung Beef (no se asusten, es un granadino), que acaba de echar unos billetes de euros en la plaza de Callao de Madrid no ha sido tirar el dinero, porque le ha servido de propaganda barata de su nuevo disco. Tirar el dinero es lo que hizo en su día el político Gallardón, cuando gastó muchos millones de nuestros euros en nuevas infraestructuras deportivas para apostar por tener unos Juegos Olímpicos que, en aquel entonces, como decían los técnicos, no teníamos ninguna posibilidad real de conseguir. De ahí que cuando ese desacertado político, felizmente dimisionario por otro gran fracaso suyo, convocó un gran gentío para escuchar el veredicto del jurado, que resultó obviamente negativo, también la oposición lanzó uno billetes denunciando ese absurdo dispendio.
- No le olvidaremos, alcalde.
En un diario digital sobre Madrid se reproducen las palabras de su actual alcalde, Almeida, proclamando que la inminente fiesta patronal de San Isidro que, dice él, “ha sido programada para que nos haga olvidar las preocupaciones cotidianas”. Como en las fotos del reportaje ese medio añade varias en las que él aparece en primer, me temo que no vamos a poder olvidar nuestras preocupaciones cotidianas.
- Pésima Delegación del Gobierno.
Podría pensarse que la Delegación del Gobierno estaría bien vigilada en la capital. Todo lo contrario. Sánchez ya tuvo que destituir pronto a su primer delegado, que, como su mismo nombre, Franco, no era muy democrático. Lo que ha venido después, lejos de mejorar, ha empeorado. Baste recordar que ahora se niega la difusión de lo que debiera ser más manifiesto, la publicidad de las manifestaciones. Más aún, si por milagro nos enteramos de ella y preguntamos a la Delegación quien la promueve, se nos niega la información, por lo que no sabemos si se hace a favor o en contra de la ley mordaza, del aborto, de las pensiones, etc.
Su incapacidad llega hasta el extremo, que acabamos de sufrir, de permitir que se celebren en el mismo lugar y sólo con media hora de diferencia dos manifestaciones fuertemente enfrentadas, como las de las mujeres del 8M. Las numerosas protestas le hicieron a última hora modificar el horario, señalando hora y media de diferencia, lo que las manifestantes no conocieron a tiempo o no admitieron por causarles obvios perjuicios. Sólo la sensatez de sus participantes evitó un enfrentamiento que muchos medios temían.
20230816b. Sucios “Muelle” de sistema.
En EEUU, el sistema, para borrar las pintadas que denunciaban sus abusos, las ahogaron inventando la “moda” de los grafiteros que inundaban todas las paredes con garabatos de colores, y persiguiendo después, para disimular, a sus autores. En Madrid empezó un tal “Muelle”, al que el Ayuntamiento acabó “castigando” descaradamente con una exposición sobre sus garabatos y dedicándole una plaza y con una placa en su casa tras su muerte.
Este junio preelectoral el Ayuntamiento de Madrid ya comenzó a preparar el terreno, quejándose de lo mucho que le (nos) costaba limpiar esas porquerías. Y hace pocos días saltó la noticia de dos aparatosas “gestas nocturnas” de grafiteros. Veremos cuando terminaran dándoles también su premio a esos -por estupidez o por dinero- claros, sucios cómplices, muelles que suavizan algo los golpes del sistema.
- Los madrileños, encerrados.
Una vez más, como tantos fines de semana, nuestros «días libres», los madrileños estaremos privados este domingo del derecho de tránsito que nos otorga la Constitución y, además de las pérdidas de tiempo, dinero y citas a veces trascendentales, todos, todos tendremos que pagar una burrada por mil montar y “vigilar” bien espectáculos “deportivos”, maratones, ciclistas, etc., que podrían y deberían realizar en los lugares adecuados ya existentes y pagados con nuestro dinero.
Sin embargo, hacerlo donde se debe no interesa a múltiples empresas comerciales que los “patrocinan”, es decir, se lucran de ellos, así como a ciertos políticos que no hace falta nombrar. Pero nos lo merecemos porque elegimos a quienes consienten o incluso se lucran con ellos, y no reclamamos nuestros derechos y apoyamos a los medios de difusión silenciados por ellos con dinero o presiones, ahora que no hace falta, en casos graves, hacerlo con prisiones propiamente tales, pues nos pueden tener encerrados con “pan y circo”.
- De basuras y multas.
Pocas cosas reciben un rechazo tan unánime de los ciudadanos como el ensuciar las vías públicas; pero, como con todo, hay que enfrentarse a ello con mesura. Hoy leo que se han puesto 4.793 multas por ensuciar la ciudad con “necesidades fisiológicas”, máxime en el centro; me pregunto si eso no tendrá nada que ver con la supresión de servicios sanitarios públicos, remplazados por los poquísimos actuales, de pago. También ahora, el depositar cajas de cartón a los pies de los contenedores ha pasado de sancionarse con 200 euros a 2.000; sí: a 2.000€; incluso cuando, como demasiadas veces, esos contenedores estén ya llenos.
¿Cómo es posible que estemos llegando a esos extremos? Muy sencillo: Al presentarse como candidato por primera vez, el hoy alcalde nos recordó que la multa de 90€ por aparcar un coche en lugar indebido, era un abuso; en Berlín era sólo de 20€; al ser elegido, en vez de bajarla como prometía, la subió a más del doble, 200€, diez veces más que allí. Durante su mandato, ejecutó también en muchas calles una serie de obras innecesarias y costosísimas, con grandes protestas vecinales; pero en las siguientes elecciones esos barrios han continuado votándole. Como dice sonriendo Almeida, “Seremos fascistas, pero sabemos gobernar”. Pueblo manso, bien esquilado.