Cartas a la prensa – Paz 13 – 2023

  1. Putin, el felón. 13

Putin se ha burlado hasta de la religión ortodoxa en la que se apoya, anunciando una tregua incondicional en esta Pascua rusa para atacar con mayor fuerza a los civiles de Ucrania, y ha disfrazado a sus soldados con uniformes ucranianos para que puedan matarlos después traición. Son dos muestras más de la monstruosa felonía de quien nunca ha ocultado admirar y querer imitar al zar Iván el Terrible.

Sus orígenes explican, que no justifican ni facilitan esperar mejora por parte de esa víctima que parece que sólo sabe imitar acrecentada la inhumanidad con la que otros le trataron. Discriminado desde su nacimiento por ser hijo adulterino, malcriado muy lejos por su abuelo, señalado desde los diez años en su escuela, tuvo que ser ya de niño campeón de karate para defenderse. Espía profesional, aprendió a desconfiar de todos, traicionar, torturar, envenenar o matar con hierro o fuego a sus enemigos, apoyándose en espías entrenados a perder también cualquier escrúpulo Con razón los recibe hoy a distancia de veinte metros y elimina a sus enemigos políticos, tirando por la ventana con frecuencia a los empresarios remisos a sus órdenes.

 

20230105b. Pasivos ante los Bancos y la guerra. 13

Leo en titulares que la vicepresidenta Calviño ha afirmado que “es un clamor que los bancos tienen que arrimar el hombro”. Sin embargo, no recuerdo, desde hace décadas, ninguna manifestación contra ellos. Parece que todos los dirigentes tuvieran alguna cuenta pendiente con ellos. Ni siquiera Sánchez, que ha denunciado su Botín, pero que hace tiempo que rehúye -está claro por qué- el convocarnos.

Algo muy parecido, ¿será casual?, es la asombrosa falta de manifestaciones en esta capital de España contra la guerra. Sólo al empezar hubo una pequeña, de menos de 20.000 personas reales, casi todas ucranianas (de las 320.000 mil censadas en Madrid), al contrario que en otras capitales europeas y en Barcelona, donde hubo más de un millón.

Después, aparte de varias dominicales de un máximo de 400 unos 500 ucranianos, sólo hubo la de una arqueológica izquierda, anti OTAN en estos momentos sangrientos (para otros, claro), que no llegó a las 300 personas y que ahora “amenaza” con ser la única que vuelva a manifestarse al cumplirse el año del conflicto el 24 de febrero. Pero peor aún que estos (¡tantos fuimos anti OTAN en otras circunstancias!) son las mil asociaciones ciudadanas inhumanamente pasivas ante esta guerra, que encima nos está haciendo  tanto daño y puede acabar con todos.

 

  1. El botón fatal. 13

Sí: se trata del botón fatal, nuclear, químico o bacteriológico.  La despedida de Trump nos ha hecho recordar cómo temimos, de ese loco peligroso, y varias veces, desde lo de Corea del Norte hasta su último intento de “distracción” y permanecer en el cargo, pasando por su intento de emplearlo en Oriente Medio, de lo que a duras penas le disuadieron sus asesores. Como ahora el coronavirus, fue una globalización global por el terror, como ahora empieza a serlo el cambio climático. Eliminar esos riesgos globales debe constituir una máxima prioridad para sobrevivir como animales racionales que pretendemos ser.

 

  1. Putin, Zelenski, EEUU y la humanidad. 13

Pocas veces el inicio de una guerra pudo achacarse tanto a un solo hombre, ocultándolo incluso a su propio pueblo, como hizo Putin. Y, por lo tanto, fue menor -¿qué país no tiene puntos negros?- la responsabilidad en su origen de Ucrania.  Sobreponiéndose a su trágico error de menospreciar los repetidos avisos de EEUU sobre la inminente invasión, Zelenski estuvo a punto de perder la guerra en pocos días, como esperaba Putin. Reaccionó con un heroico vigor que estuvo a punto de salvar a su país a bajo coste.

Sin embargo, la intervención, más que de Biden, (física y políticamente entonces disminuido) del Pentágono, encantado de debilitar a Rusia con sangre ajena y restaurar su orgullo, tan maltrecho tras sus fracasos mundiales, llevó a Zelenski a apostar por solucionarlo todo a la brava, adoptando -como hizo de cómico y después de presidente- el papel de héroe bélico, decidiendo continuar una guerra que ha destrozado su país y perjudica a muchas personas de las más débiles del mundo.

Esas inmensas y trágicas consecuencias, mientras que Putin, contra lo que se pensaba, sigue en el poder y no emplea, como amenaza, “ni” las menores bombas nucleares tácticas, así como el que la economía de Rusia no se resiente apenas de la guerra, cambian, como es lógico, las perspectivas. El exembajador de EEUU en Moscú, tras insistir en la improbabilidad del uso por Putin de un ataque nuclear, rechaza también la actual intervención gradual, que permite a Rusia preparar con mucho tiempo la respuesta, debiéndose, pues, realizar intervención más completa o abstenerse de ella. A una conclusión parecida, desde su propia perspectiva, llega en España, como otros expertos en diferentes países, el General de División J. C. Domingo.

 

  1. “Ni cenamos, ni muere padre”. 13

Como en ese crudo refrán, ni muere Putin, ni lo matan, ni se levanta su pueblo, ni se hunde la economía rusa. Esperando esos sucesos, la ayuda de docenas de países a Ucrania ha ido aumentando y provocando amenazas crecientes de apocalipsis nuclear por parte de quien ha dado sobradas muestras de no dudar en eliminar de mil maneras a sus adversarios y provocar guerras con países vecinos. La escalada bélica se acerca así cada día más, excepto para quienes cierran cobardemente sus ojos, al peor abismo, el de una guerra nuclear “que nadie puede ganar”, como dijo Biden, y en la que todos podemos perder la vida, o las razones para vivir en paz.

De ahí que un número creciente de expertos, incluyendo el ex embajador de EEUU en Moscú, propongan recuperar ya un acuerdo, como en el que deben terminar todas las guerras que no son de exterminio. Diálogo incluso ya avanzado al mes la invasión rusa, hasta el día que intervino EEUU, al que convenía debilitar a Rusia “by proxi”, con tierra y víctimas ucranianas, de las que hay que encima agradecen ciegamente su intervención.  Es, pues, mucho más urgente y necesario que los tanques y aviones, que pueden agravar hasta hacer estallar todo, el volver sin demora a la mesa de negociaciones.

 

 

  1. Los tres héroes apocalípticos. 13

“Los pueblos felices no tienen historia”.  Las crónicas de los vencedores o vencidos inducen a considerar héroes imitables a muchos personajes que arruinaron y mataron incluso a sus pueblos. Hoy nos atacan tres héroes, cuyas “hazañas” quizá no quede nadie para contarlas. El peor es Putin, por su formación de implacable espía, y por su mando del mayor país del mundo, -una Rusia frustrada, dividida y arrinconada tras encarnar el Paraíso Comunista, hoy de nuevo una santa Rusia con la que quiere inmortalizarse, antes de su cercana muerte, Putin.

El segundo, Biden, llegado al poder tras tantas derrotas, y también con gran decadencia física y mental, ha roto su promesa de no intentar a repetir el cargo y, en su desafío senil a Rusia quiere repetir aún la guerra caliente y fría y volver a las viejas glorias imperiales de su país.

El tercero, Zelenski, tras su turbia política y guerra de 2014 y de estar a punto de ser vencido por su imprudencia ante avisos claros de la guerra, en vez de salvar la situación con un pacto ya avanzado con Putin un mes después, al ser seducido por Biden está destrozando Ucrania y facilitado la muerte o exilio de millones de compatriotas; mientras, sigue jugando a ser un gran héroe cuando ya es un culpable esencial de la mayor tragedia de su país y quizá pronto del mundo. ¿Seremos capaces todavía de salvarnos de nuestros héroes, de nuestros “salvadores”?

 

  1. Somos corresponsables ya de la guerra. 13

El primer responsable y culpable de la guerra en Ucrania fue y sigue siendo, sin duda, un Putin, que la ocultó incluso a su pueblo. En Ucrania, Zelenski, fallón al comienzo, cumplió con su deber hasta que, al mes, seducido por poder así recuperar lo robado, aceptó, junto con la de otros países menos “interesados”, la ayuda de EEUU, que quería debilitar mucho a Rusia “by proxy”, con ruinas y muertos ucranianos; dialéctica destructiva que se ha agravado mucho cuando, tras conseguir tanques, Zelenski nos exige ya, ya, aviones, naves y submarinos de guerra.

Si esa ayuda con trampa de EEUU no ha terminado, sino agravado la guerra, muerte y destrucción en Ucrania ¿qué será tras el paso ya dado y el mucho mayor que Zelenski aún reclama “no como limosna, sino como inversión”? La cantidad cambia -y a veces muy pronto, como vimos- la calidad. Hemos de reflexionar y actuar ya, insiste Jurgen Habermas.

Nuestro objetivo, europeos cada día más corresponsables de la guerra, debe ser, como dice Macron, eliminar el conflicto, no destruir a nuestra vecina Rusia, hoy caída en manos de un Putin, como antes otros fuimos víctimas de un Hitler, Mussolini o Franco. No dejemos que la historia de nuestra ruina

 

  1. Pésima división entre ucranianos. 13

 

Las pobres manifestaciones sobre Ucrania al cumplirse un año de la guerra muestran la trágica división entre los ucranianos, que daña al mundo entero. Porque en marzo del 2022, todos unidos tras Zelenski, ellos estuvieron a punto de terminarla, dialogando con Putin, aunque todos hubieran rechazado esa paz si éste hubiera exigido poder matar y destrozar aún la centésima parte de lo que ha hecho después. En 2022, aquel acuerdo habría sido un nuevo rudo pero realista apaño, como en 2014, en espera de mejores tiempos y mejor preparación.

Sin embargo, intervino entonces desde EEUU un -política y mentalmente- muy decadente, Biden, que quería ganar méritos con sangre y ruina ajena debilitando a Rusia. Y Zelenski cambió los papeles de cómico y presidente por el de un héroe bélico, carísimo para el mundo entero, con el que se sigue paseando, -vestido, calzado, declamando y aplaudido -hasta ayer también por mí- por medio mundo.

Así tenemos cada día más divididos a los ucranianos y a todos entre los puristas y justicieros, aunque con ello perezca el mundo, y los sensatos y realistas que buscan salvar los muebles, su vida y quizá la de todos, contra Putin y Biden, desequilibrados cada cual, a su manera, pero ambos con poder nuclear capaz de “solucionarlo” todo para siempre.

 

  1. El doble error fatal de Zelenski. 13

Cuesta mucho comprender que un país que pocos años antes había tenido una guerra y después una invasión por un vecino mucho más fuerte no se alarmara y preparara cuando éste concentró muchas tropas en su frontera común. Tampoco hizo caso ni a sus propios espías ni a los de EEUU. Este menosprecio del poder de Putin acabó quizá de convencerle para aprovechar la ocasión y conquistar ya toda Ucrania con un paseo militar de cuatro días hasta su capital.

Tras un mes de desesperada resistencia del pueblo ucraniano, indignado por ella, Putin, tras largas negociaciones, estuvo cerca de acordar la paz. Pero el mismo Zelenski que antes despreció los consejos de EEEUU, quiso remediar su gran error con otro que, lo estamos viendo y sufriéndolo, ha sido mucho peor. Así aceptó la “ayuda desinteresada” de Biden, cuando, según dijeron políticos como Kissinger, “EEUU no tiene amigos, sino intereses”.

Biden ha aprovechado así, sin escrúpulos, todo un año de la sangre y ruina los ucranianos para atacar a su enemigo. Hoy Zelenski se pasea disfrazado de víctima inocente, pero, de hecho, al servicio de EEUU, mientras su pueblo se arruina y muere. Y lo malo no es decirlo, sino que esté sucediendo sin que reaccionemos como deberíamos, sino incluso al revés.

 

  1. Peligroso cinismo político. 13

 

    La guerra de Putin en Ucrania nos obliga a reflexionar al máximo a todos para asegurar nuestra existencia.  Varios lamentables dirigentes de EEUU en su cenit imperial repitieron la chulesca frase de que “EEUU no tiene amigos, sino intereses”, orgullosos de su poder. Pero siempre, más a la corta que a larga, conviene, incluso económicamente, tener amigos.

Hoy la paz se hace da día más necesaria para todos, grandes o pequeños, vecinos o lejanos. Ya cuando se inventó el revólver se le proclamó “el gran igualizador” entre el débil y el fuerte. Ahora, la bomba nuclear, operativa ya en no pocos países, incluso relativamente pequeños, les capacita acabar con los grades y quizá, por sus radiaciones, con todos, hasta con ellos mismos.

De aquí que como recordó hace poco Biden, esa guerra nuclear “nadie la puede ganar”. Mientras conseguimos un sistema mundial, como mejorando el de las NNUU, que impida que un degenerado de cualquier tipo, incluso por su edad o enfermedad, pueda fabricar o comprar y emplear esas bombas -ya en los submarinos se requería el acuerdo de los tres para usarlas-, hemos de ir insistiendo todos en tener cada vez más países amigos en interés de la supervivencia de todos.

 

  1. Hartos de la guerra. 13

                      Hartos de la guerra de Putin estamos casi todos, afectados en nuestra economía y por el temor, que llega a ser terror, al apocalipsis real, el nuclear, en manos de un desequilibrado, al que esta vez le salió su nueva guerra y cada día teme más que nadie que sea el último para él.

En cambio, para otro jefe de Estado, tan enfermizo que prometió no repetir el cargo, la guerra le ha permitido rejuvenecer políticamente; ahora ha quebrantado su promesa y presumido de machote, induciendo a Zelenski a dejar ya casi concluido el pacto con Putin para conseguir un irreal triunfo completo contra él. Esa soñada victoria total permitiría  al cómico mal militar, que casi llevó a la derrota por imprevisión a su país, presentarse con Biden, según presume ya, de ser un héroe bélico mundial.

 

20230423b. Biden necesita la guerra. 13b

Los gravísimos errores de Putin en la preparación y comienzo de su invasión y los de Zelenski en prevenirla, les llevaron al mes a iniciar unas conversaciones de paz que hubieran evitado los inmensos daños al país y al mundo entero. Pero terció Biden, en urgente necesidad de votos, que aprovechó la ocasión para combatir a Rusia con sangre y ruinas ajenas, como ya Putin había aprovechado los recientes desastres políticos de EEUU y debilidades de su presidente para iniciarla.

Ahora mismo, como se temía, Biden acaba de confirmar, a pesar de su claro, palpable y creciente deterioro físico, su decisión, sin precedentes, de presentarse a sus 80 deficientes años para un nuevo mandato, contra el parecer del 70% de los estadounidenses. Eso le obligará a prolongar mucho ese desastre cada vez mayor y el peligro de un final nuclear mundial.

 

  1. Invasiones de Napoleón y Putin. 13 b

El Dos de Mayo nos recuerda cómo la historia, en gran parte, se repite. En ambos casos, el vecino del norte, ligado por múltiples lazos al del sur, los utiliza para intentar legitimar una invasión a la que el pueblo, entonces el español y ahora el ucraniano, responde y pide ayuda a otros países. Pero estos aprovechan la ocasión para sacar provecho del atacado (entonces los ingleses en España y hoy EEUU en Ucrania) y ellos mismos causan a su vez no pocos daños de distinto tipo a los países atacados. Sin embargo, parece repetirse aquí también el que “lo único que se prende la historia es que no se aprende de la historia”.

 

20230503c. ¡Ojo, Zelenski!     13

 

Unos drones han atacado de noche el Kremlin, donde hasta los gatos saben que no duerme Putin. Las defensas del palacio han acabado con ellos sin causar daños. Pero Putin ha acusado a Zelenski de querer matarlo y amenazado con represalias. El montaje no puede estar más claro y Zelenski debería tener aún más cuidado contra un posible atentado contra él en próximas fechas.

 

20230504a. La patente locura de Putin.   13

Quienes todavía admiten alguna posibilidad de que los ucranianos fueran tan necios como para atacar de noche al Kremlin para matar a Putin, cuando es archisabido que duerme fuera, o son agentes suyos o son locos como él. Porque sólo a un loco se le puede ocurrir y conseguir imponer como explicación esa estupidez.; y más, si cabe, para intentar justificar el condenar a muerte a Zelenski, como si matarlo no hubiera sido su obvio objetivo desde que empezó la guerra. Esa gigantesca pifia no ha servido, pues, sino para aclarar a los más remisos la situación y, por tanto, la necesidad de solucionar pronto ese conflicto ya mundial con remedios que no sean peores que la enfermedad.

 

20230523b. Lo que Zelenski nunca dice. 13

 

Lo que Zelenski nunca dice ahora, como sí hacía durante el primer mes de invasión, y como sigue siendo su principal deber, es conseguir una paz pactada, que intentaron entonces ambos fracasados: Putin en su “paseo militar” y Zelenski en prevenir su entrada. Enceguecido por su ansia de borrar su gran fallo, cayó en manos de la “ayuda” de un desacreditado Biden, que esperaba sostenerse en EEUU combatiendo a Rusia con sangre ajena.

Hoy día Zelenski, ese exitoso cómico profesional, pero fracasado rotundamente en prevenir el ataque a Ucrania, se siente un nuevo Napoleón, con su país en ruinas, y una crisis económica mundial y en peligro de un apocalipsis nuclear global, según denuncian, cada día con mayor urgencia, los expertos independientes y los políticos de primer nivel internacional, menos Putin y Biden. O paramos pronto a los tres o terminaremos con una, aún peor o incluso definitiva, “paz de los cementerios” (Bernanos).

 

20230623c. Cuentos chinos trágicos.  13

Ya el verano pasado Xi le dijo a Putin que su maldita guerra duraba ya y dañaba al mundo entero. Y a principios del presente presentó a bombo y platillo un plan de paz tan abstracto e ineficaz como los sermones clericales, mientras que da el pésimo ejemplo de preparar él mismo “su” Ucrania, amenazando a Taiwán. Sus palabras continúan con tintes bárbaros los antiguos cuentos chinos.

Con esos dirigentes cada vez más agresivos y despiadados, que demuestran una y otra vez no ser capaces de hacer algo más constructivo ¿qué podemos esperar sino muerte y destrucción?  Tras el no tan lejano salvaje Oeste, ahora sufrimos encima el cada día peor y más cercano y salvaje Este.

20230626b. Pactar, por fin, la paz.  13

 

Un casi año y medio de feroz guerra ha dañado mucho a Ucrania e incluso a Rusia y al mundo entero. Ahora constatamos las dificultades de la contraofensiva de Zelenski y sus aliados por un lado y la rebelión contra Putin de la legión Wagner por otro. Esto debe convencer a ambas partes de la necesidad de escuchar el clamor de sus pueblos martirizados y de toda la humanidad, y pactar, por fin una, sin duda imperfecta, pero cada vez más urgente e imprescindible paz.

 

20230702a. No quiero matar a Zelenski.  13

 

“A mí sólo me quiere matar Rusia; a Putin, todo el mundo” acaba de afirmar el presidente ucraniano. Por supuesto, ni la mayoría de los rusos quieren matarlo, ni una parte no desdeñable del Sur quiere matar a Putin. Tampoco yo, que estoy contra toda pena de muerte. Pero sí culpar a Zelenski el ausentarse, romper las conversaciones de paz al mes de empezar la guerra Porque entonces aceptó el abrazo del oso… Biden. Éste, para tener más apoyo interno y combatir a Rusia con sangre y destrozo ucranianos, ha dañado también más la economía y paz mundial.

El Zelenski buen cómico, que desempeño después fatal su papel de presidente al no preparase para defender su país ante la inminente invasión rusa, es cada día más culpable de los inmensos daños que en su país, y a escala mundial, suceden por no esforzarse más en pactar un  alto el fuego y una, en lo posible, sensata paz, con su enloquecido “hágase la justicia y perezca el mundo”.

 

  1. Tenemos política y guerra. 13

“La guerra es la continuación de la política por otros medios”. Mucho lo hemos padecido durante siglos los españoles, hasta 1939. Pero incluso en grandes crisis políticas como la presente, ya no tememos una guerra (in)civil interna. Sin embargo, debemos seguir muy atentos, máxime cuando ahora vamos a tener que presidir la UE, la guerra que se agrava cada vez más en Europa, con sus pésimas consecuencias económicas, incluso alimentarias, sus muertos y el peligro de que desemboque en un apocalipsis nuclear.

La multiplicación de armamento de EEUU recibido por Ucrania, incluso el internacionalmente prohibido, le ha permitido no sólo defender du tierra, sino atacar a Rusia, incluso en Moscú; y no sólo a industrias bélicas, sino a centros económicos; un gigantesco paso adelante en la crisis, acompañado de declaraciones de Zelenski, que al mismo tiempo insiste en que no puede dialogar con un Putin “con las manos manchadas de sangre”, lo que excluye todo diálogo.

De la legítima defensa de su país, hace tiempo que ese polifacético actor profesional, cómico, presidente de Ucrania se ha convertido en un incansable guerrero. Así contribuye también a destrozar su propio país, dañar económicamente a gran parte de los más necesitados del mundo entero y agravar mucho las posibilidades de llevarnos a un apocalipsis nuclear, gracias a la interesada ayuda de un Biden que necesita esa guerra para ser reelegido a pesar de su grave y notoria decadencia física.

 

  1. El papa dificulta la paz. 13

 

Al llegar a Lisboa, este papa, que presumió al escoger el nombre del pacificador Francisco, se ha atrevido a acusarnos: “¿Hacia dónde navegas, Europa, si no ofreces caminos creativos para poner fin a la guerra en Ucrania?”. Pero Europa no tiene que navegar, ni físicamente; eso toca a EEUU, que fue, con Biden, el que hizo romper -con promesas de solución trágicamente falsas año y medio después, lo que ha empeorado la guerra-, las conversaciones de paz de Zelenski.

Este papa, americano, argentino, no tiene ni el valor de mencionar ahora a EEUU; vamos, ni siquiera al invasor, Putin, no se vayan a enfadar los poderosos. Peor aún: tiene incluso el descaro de afirmar ahora que la invasión rusa fue “quizá provocada de alguna manera”; vamos, que la culpa de ser invadidos es de los ucranianos. ¿Hasta dónde puede llegar la hipocresía de este jesuita, de esa des-Orden que -quien la probó lo sabe- a la que un mayor respeto a los derechos humanos en Europa está haciendo extinguirse?

 

  1. Pastores que huyen ante el lobo. 13

El primer papa y a la primera ocasión de peligro personal, Pedro traicionó a Jesús, creando una tradición bimilenaria. Baste citar las más recientes y peores tragedias, como la peor, que cada día nos amenaza ahora. Los historiadores coinciden que EEUU habría intervenido antes si hubiera tenido los datos sobre los campos de exterminio que Pacelli (Pío XII), “algo” pro nazi, ocultaba. Después sufrimos al alemán Ratzinger (Benedicto XVI) que visitó el campo de Auschwitz y osó preguntar a Dios donde estaba Él entonces, cuando a ese blasfemo (y ya probado ocultador de pedófilos) lo detuvieron los EEUU todavía con el uniforme militar nazi.

Hoy, ante la guerra que ya ha herido y matado a millones, aunque “sólo” sea de hambre y pobreza, y puede, tornándose nuclear, acabar con la humanidad entera, Bergoglio (“Francisco”, osa autodenominarse), acaba de denunciarla en Lisboa, pero callando hasta el nombre del invasor, Putin, y sin mencionar tampoco a quien hizo romper los intentos de paz para dañar a Rusia con sangre ajena, acusando a Ucrania “que algo habrá hecho” y al resto de Europa, que no ha parado la guerra. Ese mismo Bergoglio reconoce ser un cobarde… pero sólo para el sufrimiento físico, como si fuéramos dos en uno (“el cristianismo es platonismo para el pueblo”) y no hubiera mostrado su inmensa cobardía total ante otros dictadores, como Castro.

 

  1. De dos a 20.000 interesados. 13

Este 20 de agosto por la tarde hubo una manifestación en Madrid sobre una supercrisis que nos ha costado ya muchos miles de millones a los españoles y puede matarnos también a todos en una guerra nuclear; protesta organizada contra Putin por un grupo de rusos, que tuvo el apoyo –“supporters”- de dos (2) personas. Y el día siguiente hemos tenido una concentración, improvisada y bien entrada la noche, en favor del equipo campeón mundial femenino de fútbol, que reunió a veinte mil (20.000) interesados. No cabe duda que el sistema es capaz de manipular a la ciudanía conforme a “sus” verdaderos intereses.

 

20240828a. El Papa y la guerra. 13

 

Al volver de una expedición a Suramérica ponerme al día sobre los sucesos de las últimas semanas, me he quedado estupefacto ante la posición del Papa sobre la paz. En épocas de más fe no entraban en política, excepto en el caso de claros invasores, sino que pedían, como es lo suyo, oraciones por la paz.

Pero ahora, en Portugal, de rogar al Cielo por la paz, poco; mucho de criticar a Ucrania y países que le ayudaron a defenderse; y ni una crítica a la Rusia invasora ni a los EEUU de Biden, que hizo romper a Ucrania las conversaciones de paz, prometiéndole una pronta victoria aplastante. ¿Cabe mayor y mal injusta parcialidad, que tanto facilita la duración y agravamiento de esa tragedia ya mundial?

 

  1. Defensa se defiende, pero muy mal. 13

 

El Ministerio de Defensa acaba de publicar un documento con razones en defensa propia. El primero contra quienes critican los altos gastos militares, mientras hay carencias sanitarias, etc. Por supuesto, como responde, no tendríamos ni sanidad si no defendiera nuestros hospitales. El problema es la proporción y eficacia de ambos gastos, porque en dos siglos “nuestro” ejército no ha derrotado sino a su propio pueblo, que los jefes hacen negocios millonarios de armas con el exterior y los soldados se quejan de lo mal que comen y de que a los 45 años se les echa a la calle sin haberles enseñado un empleo. ¡Curioso amor al pueblo y a España el de estos jefes!

No menos ilógica y directamente anticonstitucional es la explicación que da a quienes se quejan de que en un Estado aconfesional el ejército participe en actos religiosos. Su primera excusa, faltaría más, en que los soldados participantes son voluntarios (¿!). La segunda, que esa participación le gusta a mucha gente. Toma, como a muchos les gustaría que desfilaran en sus cumpleaños. ¿Todavía no se han enterado esos altos militares de lo que significa la aconfesionalidad de nuestra Constitución, que ellos debieran defender?

 

20230926ª. “Hemos abierto las puertas del infierno” 13

Acaba de denunciar el secretario general del la ONU, en esta su reunión anual, lo que hemos sufrido este verano, ardiente cual ninguno: “Hemos abierto las puertas del infierno”, con temperaturas sofocantes, sequía de ya tres años e incendios históricos. El ya previsto apocalipsis se está adelantando décadas, e incluso en parte ya está aquí.

Los que más destrozan el mundo, el uno por ciento de superricos, en vez de entrar en razón, aceleran el caos, poniendo su esperanza en trasladarse, ellos solos, a otro planeta, egoísmo tan feroz como irrealizable. Mientras, intentan acallar las denuncias de esta infernal situación, ridiculizando las desesperadas acciones de unos ecologistas que intentan dar la una alarma eficaz llamar sobrevivir y salvar al resto de la población de este cercano y ya tan palpable y doloroso final total.

 

  1. Urge transformar ya el Consejo de Seguridad. 13

Muchos desconfían cuando se habla de las Naciones Unidas, cuando es esa su actual incapacidad lo que debiera preocuparles mucho. Así lo ha subrayado su presidente al abrir su 47 sesión en Nueva York. Recordó de entrada cómo sufrimos dos guerras mundiales cuando ya había varias grandes potencias, y contra sus conflictos se crearon las NN.UU. Ahora volvemos a estar en grave peligro porque, denunció sin andarse con rodeos, el Consejo de Seguridad cuenta todavía con sólo cinco “grandes” con derecho de veto, que paralizan su actuación.

Guterres continuó criticando ante la Asamblea inaugural que “el mundo ha cambiado, nosotros no”. “Un mundo multipolar necesita instituciones multilaterales fuertes y efectivas”. “No tengo ilusiones. Las reformas son cuestión de poder”. “La democracia está bajo amenaza, /…/ las desigualdades crecen y el discurso del odio va al alza. Según testifica F. Peirón: “Su tono fue de máximo peligro en cuanto al devenir político, climatológico (“hay líderes que aún no siente el calor”) y tecnológico”.

 

  1. Patria ingrata. 13

De nuevo, para vergüenza nuestra, han tenido que alzar su voz nuestros soldados. Usados en duras condiciones durante décadas para defendernos a todos, son despedidos a los 45 años sin haberles siquiera enseñado un oficio en el puedan seguir ganándose la vida.  ¿Cómo es posible que sigamos tolerando tanta injusticia e incluso ingratitud para quienes ejercen tan importante labor social?

 

  1. “El indio bueno es el indio muerto”. 13

Durante muchas décadas estuvimos convencidos de la salvaje maldad de las pieles rojas indios, que mataban a traición, secuestraban ganados, incumplían todos los pactos, etc. Pero después resultó que “habíamos llegado a la mitad de la película” y quienes primero habían cometido esos infames crímenes eran los pioneros blancos.

En la feroz invasión colonial de los blancos ha sido mundial; destacaron, por tardías y despiadadas, la de Sudáfrica y Palestina, siendo esta -para quienes hemos vivido ambas- la peor, arropada por un religión cruel y antidemocrática, cuya tiranía asquea incluso a los judíos hoy ahí residentes. Tengamos todos el valor de hacer respetar los derechos humanos y evitar una guerra “religiosa” que, en el ya tan explosivo ambiente mundial, pudiera ser más catastrófica que nunca.

 

  1. Ataque masivo de Israel este sábado. 13

 

El gobierno judío ha avisado que ejecutará un ataque masivo a Gaza este mismo sábado 14 de octubre; al ser imposible evacuar a tiempo un millón de personas, cometerá un genocidio.

Ante esa infamia se ha convocado ya una gran manifestación Madrid el domingo a las 18 horas en calle Atocha con c. Cenicero. Pero si el ataque israelí se ejecuta al amanecer, es posible que, al tener noticias de este, se organice otra manifestación de repudio en Madrid la misma tarde del sábado, que tan poco demuestras respetar esos genocidas.

 

  1. Doble genocidio. 13

 

Nuestra historia no conoce otro caso de una etnia que haya robado y eliminado dos veces a los habitantes de un territorio con más de 5.000 años de intervalo. Claro que esto sólo ha sido posible por haber concebido los judíos, “a su imagen y semejanza”, y adorar e imitar incluso hoy, a un dios tan sanguinario como Yahvé.

De ahí que, a medida que han ido pudiendo leer el “Antiguo Testamento” (para ellos, tan actual), y constatar su constante feroz transgresión de los derechos humanos, la mayoría de los europeos, ahora ya también de los españoles, hemos rechazado su inhumano contenido.

 

  1. Con Biden, de la sartén al fuego. 13

 

Excepto los estadounidenses, pocos quizá recuerden la fuerte campaña encubierta de Putin contra Biden. Éste, al ganar a Trump, telefoneó de inmediato a Putin, colmándole de amenazas por ello y enviando a los 15 días una flota provocadora a la frontera rusa del mar Negro, repitiéndolo en el verano y mandando otra al Báltico. Después, al cometer Rusia y Ucrania grandes errores bélicos y buscar ambos al mes un armisticio, intervino de nuevo Biden, encantado de combatir a Putin con sangre ajena, lo que ha dañado, en esta larguísima contienda, al mundo entero.

No contento con eso, Biden, para afianzar su cada día más improbable victoria en las próximas elecciones, ha irrumpido ahora de nuevo en otra guerra, al apoyar plenamente al poderoso y genocida Israel, tan ligado a los intereses de EUU, contra los nativos del lugar, los palestinos; gesto quizá decisivo para que caigamos de la tan ardiente sartén en que ya estamos a un fuego abrasador.

 

  1. El sacro imperio judío. 13

 

Muchos, no teniendo graves prejuicios políticos o religiosos, esperábamos que la visita de Biden a Netanyahu fuera un avance hacia una paz justa, perdurable. Muy alarmados, constatamos que no ha hecho sino agravar las heridas, tapándolas con falsas vendas.

¿Cómo así, con lo que eso ya nos perjudica y puede dañarnos mucho más a casi todos? En los EEUU reina un Estado Imperial, NY, como se llama su entonces mayor rascacielos, el Empire State Building.  Ese edificio, mal hecho, sólo un arreglo secreto impidió que cayera por vientos huracanados, como, por errores humanos y políticos, cayeron dos rascacielos mayores después. “Torres más altas han caído”. Manhattan entera, donde varias veces estuve para estudiar sus y nuestros problemas, se hunde ya en el fango del Hudson por el peso de su desmesurados edificios.

En ese imperio, destaca el poder judío, hasta el punto de que cuando un judío viaja a otros Estados, para no nombrar su raza, se dice a veces: “Es un neoyorquino”. De ahí que EEUU, con su aliada GB, crearan un Estado colonial judío, impidiendo que subsista, como juraron para disimular su feroz neocolonialismo, un ya tan mutilado Estado palestino.

 

  1. Doble desastre trágico de Zelenski. 13

 

Zelenski, cómico-presidente que desoyó las advertencias militares, no pudo evitar la tan previsible la invasión de Putin. Y cuanto al mes pudo haberse llegado un armisticio por los errores que también cometió Putin, se echó en brazos de un Biden, ansioso de vengarse de la intromisión de Putin contra su elección. Así ha destrozado su propio país y dañado al mundo mucho más que hubiera podido hacer un triunfo de Putin.

Por si fuera poco, ahora mismo, Zelenski, sien el mismo judío y ahora tan de Biden, también acaba de incendiar más aún más la guerra de Israel, al declararse a favor de ese país tan racista (“Estado oficialmente judío”). Esto no puede sino contribuir a alimentar más la guerra y dañar a la humanidad. Trágica deriva la de un Zelenski al que durante tanto tiempo creí y ayudé como valiente héroe por la justicia y la paz.

 

  1. Doble desastre trágico de Zelenski. 13

 

Zelenski, cómico-presidente que desoyó las advertencias militares, no pudo evitar la tan previsible la invasión de Putin. Y cuanto al mes pudo haberse llegado un armisticio por los errores que también cometió Putin, se echó en brazos de un Biden, ansioso de vengarse de la intromisión de Putin contra su elección. Así ha destrozado su propio país y dañado al mundo mucho más que hubiera podido hacer un triunfo de Putin.

Por si fuera poco, ahora mismo, Zelenski, siendo él mismo judío y ahora tan dependiente de Biden, también acaba de incendiar más aún más la guerra de Israel, al declararse a favor de ese país tan racista (“Estado oficialmente judío”). Esto no puede sino contribuir a alimentar más la guerra y dañar a la humanidad. Trágica deriva la de un Zelenski al que durante tanto tiempo creí y ayudé como valiente héroe por la justicia y la paz.

 

  1. Muchas manos ensangrentadas. 13

 

Mientras Biden pedía este 31 de octubre para la guerra la “miseria” de cien mil millones (sí: 100.000.000) de dólares, las fotos mostraban detrás -en el mismo Congreso y a pocos metros- a muchas personas con las manos ensangrentadas alzadas mientras gritaban: “¡Alto al fuego!”. En España también se hizo lo mismo, ante el edificio del Congreso mientras declaraba Aznar por la guerra de Irak; pero ahora, por nuestro “progreso” antidemocrático, se impide con frecuencia manifestarse a los ciudadanos incluso en las inmediaciones del mismo.

 

  1. Las políticas de España y de Israel. 13

 

Cumpliendo con su deber de presidente de la UE, Sánchez ha viajado a Israel y acusado a su jefe, Netanyahu, tan rechazado por gran parte de los mismos judíos de ahí y del mundo entero, de haber ordenado una matanza indiscriminada de civiles inocentes, como ya en parte se venía haciendo “a plazos” desde hace más de 70 años.

No es ninguna sorpresa; sí lo es el que en pleno siglo XXI se intente seguir al pie de la letra, escrita con sangre ajena, lo escrito hace tantos milenios en sus libro sagrados, que forman la llamada Biblia, en la que un Espíritu, “hecho a su imagen y semejanza” de los judíos, lesordena repetidas veces  matar a todos los varones, mujeres y niños habitantes en su “Tierra prometida”; e incluso eliminar también a sus animales, como ahora hace Netanyahu con los que osa llamar “animales humanos”, los palestinos.

De ahí que ese monstruo de maldad, unido en su gobierno más que nunca a los judíos más fanáticos, por lo que ha sido denunciado ya denunciado por otras infamias con masivas manifestaciones de parte de los mismos ciudadanos judíos sensatos, haya considerado la censura oficial de Sánchez como una “obscenidad”, una debilidad, “que hace que España no pinte nada en geopolítica”.

Por supuesto, nosotros, los españoles de hoy, estamos orgullosos de haber aceptado un orden menos cruel, más civilizado, democrático y respetuoso de los derechos humanos. Hemos renunciado a aquellos tiempos bárbaros de imperialismos que aniquilaban a los pueblos nativos incluso con masivos sacrificios humanos al “Gran Espíritu” y rechazamos con horror el resurgir de esa primitiva barbarie en ese desgraciado rincón del mundo.

 

  1. Reconquistar el Paraíso sacrificando a sus hijos. 13

Yahvé prometió un nuevo paraíso terrenal a Abraham, tras comprobar que era capaz de cometer un filicidio con su primogénito. Y ahora sabemos que Netanyahu recibió tres informes militares de que Hamas iba a matar a muchos judíos, pero estuvo de acuerdo con la muerte de sus jóvenes inocentes porque eso le daba una excusa para matar los habitantes de Gaza y apoderarse de esa parte de la “tierra prometida”. ¡Hasta qué extremo de maldad puede llevar la política y la religión!

 

20231213ª. La última Gran Guerra. 13

 

El genocidio en la nueva guerra Israel-Palestina, tras el ataque terrorista de Hamás permitido por Netanyahu para ganar, ha hecho desviar la atención de la guerra mayor, de Rusia contra Ucrania. De ahí que haya aumentado el peligro de que ésta se convierta en la tercera y última Gran guerra mundial, o al menos su atrio, con una victoria rusa que la prepare mejor.

La brusca y brutal disminución de la ayuda a Ucrania, en especial la de los EEUU, entre otras circunstancias, van por ese camino, si no hay una pronta reacción internacional, tan necesaria como hoy poco previsible, contra lo que sería quizá -hay ya sobrado armamento y dirigentes incapacitados o sádicos para realizarla- la última Gran Guerra mundial.