- Manifestaciones preamordazadas. 11
Por si fuera poco, el que sigan vigentes tras cinco años las leyes mordaza que el PSOE prometió abolir al empezar su gobierno, hoy impera un silencio sepulcral sobre su anuncio. Hay una obvia conspiración en acallarlas, hasta el que se vayan a celebrar, en la prensa, radio, televisión e incluso buscadores como Google, Yahoo, etc.
El colmo, en este caso de necedad, es que ocurre casi lo mismo en los escasísimos medios que se dicen de izquierda, desde el un día famoso Nodo50, hoy exiliado a otro país, que parece estar en la Luna, hasta los más recientes y “progres” medios digitales, incluido el nuevo Telegram, hábilmente ahogado enseguida por una interminable serie de citas de todo tipo.
Silencio, pues, prácticamente total sobre la convocatoria de las ya, en parte por eso, escasas movilizaciones ciudades, cuyas consecuencias sufrimos a diario el 99% de los ciudadanos, con obvia satisfacción del 1% de los “listos”.
- Indignante Delegación del Gobierno. 11
De las promesas del PSOE de derogar la Reforma Laboral, “muy agresiva”, según se enorgulleció en la UE el mismo ministro del PP, y las leyes Mordaza, tenemos muy reciente y descarada muestra de su falsedad; peor aún, de su conducta aún más antipopular.
Recordemos la brutal actitud del primer delegado en Madrid, de nombre, eso sí, bien elegido, Franco. El segundo, una mujer de cuyo nombre no quiero acordarme, siguió en esa línea, hasta el punto de no dejar conocer a los ciudadanos si quienes convocaban una manifestación, a favor o en contra, de un tema. Más aún: si quienes pedían manifestarse ante el Congreso eran pocos, “despreciables”, como los jóvenes ecologistas, les impedía de hecho hacerlo, enviándoles más abajo del edificio, cosa que este domingo he tenido la vergüenza de presenciar al pasar por ahí y ver cómo la policía echaba calle abajo a una decena de personas que, que una manifestación autorizada, protestaban contra la guerra en Sudán. ¿No merecemos gobernantes mejores?
- Abucheos clarificadores. 11
Se puede preguntar cómo sigue, habiendo diferentes medios no violentos de evitar ese bochorno en la celebración de la Fiesta Nacional del 12 de octubre: el que hace años que unos grupitos identificados por su siglas y colores la profanen con vulgares insultos al presidente elegido por la mayoría de los españoles. La respuesta es evidente: eso demuestra la existencia de libertad de expresión y lo que nos espera a la gente educada si los suyos llegan a gobernar.