Cartas a la prensa – Animales – 2012

20120821. No es un error veraniego.

                          Transcribo de un diario madrileño: “MÁS TAURINOS QUE ABERZALES. Más de 300.000 vascos asistieron a las plazas de la Comunidad el año pasado, mientras que la coalición Bildu obtuvo en la autonomía 276.141 votos en las últimas elecciones municipales”. ¿Es un mero lapsus veraniego ese contar como si fueran personas distintas a los mucho menos numerosos aficionados que van a todas o casi todas las corridas? Como profesional de las Ciencias Sociales, que debo leerlo siempre, puedo testimoniar que es un fenómeno que se repite todo el año en las páginas de un diario que lógicamente –cada cual se enorgullece de lo que carece- se atreve a afirmar siempre, como el gran titular de primera página, ser el periódico que tiene “la razón”, menospreciando hasta ese punto la de sus lectores, para los que esa fue, eso sí, la “noticia” más leída (¡!).

20120818. No es un razonamiento veraniego.

                          Transcribo de un diario madrileño: “MÁS TAURINOS QUE ABERTALES. Más de 300.000 vascos asistieron a las plazas de la Comunidad el año pasado, mientras que la coalición Bildu obtuvo en la autonomía 276.141 votos en las últimas elecciones municipales”. ¿Es un mero lapsus veraniego? Como profesional de las Ciencias Sociales, que debo leerlo siempre, puedo testimoniar que es un fenómeno que se repite todo el año en las páginas de quien lógicamente –cada cual se enorgullece de lo que carece- todo el año se atreve a afirmar como el gran titular de primera página, ser el periódico que tiene “la razón”, menospreciando hasta ese punto la de sus lectores.

20120715. El cartel de la san Fermín.  

El día de san Fermín se paseaba un por las inmediaciones de la plaza de toros un ciudadano con un cartel: “No es cristiano el torturar humanos o seres animados”. Sorpresa, insultos y sólo alguna tímida aprobación. Claro que Pamplona es famosa por su catolicismo integrista, politizado, más que por su cristianismo, como muestra esta anécdota, ya que sería blasfemo representar a un Jesús haciendo sufrir por gusto a un animal, o pagando para presenciar ese espectáculo.

20120711. Hipócrita conmemoración.

                           Dice la prensa que en los encierros de san Fermín se han conmemorado a los 15 muertos que ya cuenta esa “fiesta” al escribir estas líneas. Se lamenta hipócritamente tantas muertes y un número mucho mayor de mutilados y heridos, pero venerando a los “héroes” de esa insensata machada, lo que llevará a muchas más muertes y desgracias. Una vergüenza para nuestro país y para quienes, aun actuando así, presumen de pertenecer al grupo de seres racionales.

20120204. Política inhumana.

                           Los estudios científicos lo confirman: las personas que por placer torturar y matan animales tienden a extender esa su sádica perversión a los seres humanos. Ahora el Gobierno anuncia que, a pesar de que una gran y creciente mayoría de los españoles abomina de ello, va a quitarnos, en plena crisis, dinero de nuestros impuestos para fomentar esa vergüenza que todavía osa llamar “fiesta nacional”, mientras dice que no hay dinero para la sanidad, aumentando esos inhumanos dirigentes políticos las enfermedades, dolores y muertes de los ciudadanos. No durarían ni un día en el poder sin el apoyo de una secta de fariseos que tiene el valor de proclamarse defensora de la vida y de la caridad cristiana, pero que amenaza a una minoría -todavía grande- de españoles que creen en el infierno con tormentos eternos si no votan a esos crueles dirigentes políticos.

20120119. El rey, toreador.

                           Don Juan Carlos nos ha salido toreador. Y no me refiero al apoyo que busca entre los aficionados a las corridas, incluso ahora, cuando la gran mayoría de los ciudadanos no sólo se desliga, sino declara su oposición a la tortura de esos u otros animales. Porque en los momentos de crisis, para capear el temporal, como ahora con lo de Urdangarín, no duda en lanzarse al ruedo y dar unos pases para distraer a los mansos –pero puntualmente embravecidos- súbditos suyos. Recordemos su magistral faena cuando, después de afirmar solemnemente que “La Justicia es igual para todos”, y recibir por ello un prolongado aplauso de la mitad del ruedo parlamentario, remató la burla diciendo que no se había referido a su yerno. O cuando intentó la arriesgada suerte de afirmar que no estaba enterado prácticamente de nada de negocios de su yerno, cuando después resultó que había siete y más años que sabía que eran tan graves que lo envío a un dorado (millonario) destierro en Estados Unidos. O cuando pretendió incluso rematar esa difícil faena, y excluir a sus hijas y consortes de la Casa Real,  tan a la desperada que no engañó  al público ni veinticuatro horas, por ir contra las mismas leyes. De seguir así, no es de extrañar que, aunque se refugie en el burladero, el toro exasperado salte al corral, y que el respetable tan maltratado pierda la afición, si no a los toros, por lo menos a ese torero.